08.07.13 | Noticias

Denuncia de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) sobre la proliferación de publicidades de medicamentos de venta libre y violación normas éticas.

Señores:
Carlos Chiale, Director Nacional de la ANMAT.
Sebastián Duarte, Coordinador de Programa de Monitoreo y Fiscalización de Publicidad y Promoción de la ANMAT.

MERCADO FARMACÉUTICO ARGENTINO
TOTAL DE UNIDADES ANUALES: 600.000.000
VENTA BAJO RECETA: 435.000.000
VENTA LIBRE: 165. 000.000

La Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) denuncia formalmente la proliferación de publicidades de especialidades medicinales, que promocionan sus supuestos efectos beneficiosos y abonan la automedicación, pero ocultan los daños colaterales nocivos para la salud, cuando son ingeridas sin la prescripción y el monitoreo de un profesional de la salud.

La AAPM observa con preocupación el incremento de esas publicidades de medicamentos de venta libre, a través de los canales de televisión abiertos, las señales de cable, los medios audiovisuales y la publicidad estática de carteleras en la vía pública y en las estaciones de subterráneo, en momentos en que la propia ANMAT ANUNCIA LA DISPOSICION 2845/11, que crea el PROGRAMA DE MONITOREO Y FISCALIZACION DE PUBLICIDAD Y PROMOCION DE PRODUCTOS SUJETOS A VIGILANCIA SANITARIAS.

Además de la reciente disposición 2845/11, también se están infringiendo la Ley 16.463 (artículo 19), las resoluciones 20/2005 y 62/07, y las disposiciones ANMAT 4980/05 y 1631/09 que advierten sobre la necesidad de proteger "los derechos e intereses de los consumidores y de los habitantes en general".

Las resoluciones y disposiciones precedentes imponen que la ANMAT debe hacer "respetar los criterios éticos que esta Administración Nacional, en su carácter de autoridad de aplicación, establezca", afirma la reciente disposición 2845/11.

Aspirineta, Ibupirac (Pzifer), Anaflex, Desenfriol, Aleve, Actron, Refrianex, Cefalex Dexibuprofeno,, Stomacine (Omeprazol), BagoHepat y Bronquisedan, son algunos de los productos medicinales publicitados con insistencia desde hace varios meses, sin advertir de los efectos adversos al público destinatario del mensaje.

Incluso se cometen infracciones a las normas vigentes con las publicidades de medicamentos de venta bajo prescripción, como ocurre con el Viagra de Pfizer y el Voltaren de Novartis.

El medicamento de Novartis para la artritis, viola además la obligación –como muchos otros- de que el nombre de la droga figure en el estuche con el mismo tamaño y tipografía que el de fantasía, vigente en el país desde la promulgación de la Ley de Prescripción por Nombre Genérico.

Ante la reiteración de estos episodios, la AAPM insiste en la necesidad de un monitoreo previo y no posterior, que puede resultar tardío o superfluo, si partimos de la premisa contenida en los fundamentos de la disposición 2845/11:

"Que en el caso específico de la publicidad o promoción de los productos sujetos a vigilancia sanitaria ese contexto involucra un proceso tendiente a convencer a prescriptores, dispensadores y usuarios de las ventajas o beneficios del producto con el objeto de estimular su consumo; representando, en consecuencia, un importante recurso de marketing en todos los eslabones de la cadena de consumo (elaboración, distribución, comercialización)".

Los visitadores médicos coincidimos –como se sostiene en los fundamentos de la mencionada disposición – que "la publicidad requiere del dictado de pautas o prohibiciones a determinadas conductas en protección de los derechos e intereses de los consumidores".

Sin embargo, consideramos que el "Programa de Monitoreo y Fiscalización de Publicidad" resulta insuficiente en la medida en que su artículo segundo detalla entre sus funciones: "evaluar las publicidades emitidas en los medios de comunicación…"

En consecuencia, se sigue cometiendo el error de permitir que se publiciten medicamentos –tal como ocurre en estos días- sin evaluar previamente su eventual efecto nocivo en los consumidores y confiando, tal vez, en el sentido "responsable" del anunciante.

El objetivo de "convencer" y "estimular su consumo" admitidos por la ANMAT, es particularmente perjudicial en un mercado que desde la década del 90 alienta el consumo irracional de fármacos y la automedicación, ya que en aquellos años, en que imperaba la lógica del mercado, se adoptaron desregulaciones destinadas a favorecer el mercantilismo empresario y la venta indiscriminada, sin consultar a los colegios profesionales y a todos aquellos que desde siempre privilegiamos la salud pública y el uso racional del medicamento.

La lista de productos medicinales publicitados con insistencia en los últimos tiempos en medios gráficos, audiovisuales, televisión abierta, cables y publicidad estática, incluye los siguientes productos, sin agotarse en este listado:

Producto laboratorio droga disposiciones violadas
Aspirineta Bayer ácido acetilsalicílico D 2845/11/ - L 16.463
Ibupirac Pzifer ibuprofeno "
Anaflex Bagó diclofenac "
Desenfriol Schering-P Clorfenamina/fenilefrina/paracetamol "
Aleve Bayer naproxeno sódico "
Actron Bayer ibuprofeno "
Refrianex Montpellier paracetamol/pseudoefedrina "
Cefalex Bagó dexibuprofeno "
Stomacine PRB Pharma omeprazol "
BagoHepat Bagó acido dehidrocolico "
Bronquisedan Sanofi Bromhexina "

Cuando acudimos a las "precauciones" indicadas para el Desenfriol Descongestivo, advierte en mayúsculas que no puede ser utilizado con ningún otro producto que contenga paracetamol y puede originar "daño hepático" si se consume en exceso. También "recomienda" acudir a un profesional en caso de mareos, insomnio, hipertensión arterial o un agrandamiento de la próstata.

En el caso del antiinflamatorio Aleve menciona entre los efectos adversos los trastornos gastrointestinales, cefalea, náuseas, edema periférico, tinnitus, vértigo y puede causar reacciones alérgicas en pacientes alérgicos a la aspirina. Tampoco pueden consumirlo los pacientes que hubiesen manifestado alergia al naproxeno y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides.

El Actron es también un antiinflamatorio y analgésico que no debe ser consumido por pacientes con hipersensibilidad al Ibuprofeno y también produce reacciones adversas gastrointestinales y su consumo en exceso conlleva vómitos, nauseas y calambres abdominales. También se ha informado de casos de visión confusa o disminuida y de descompensaciones cardíacas e hipertensión, por lo que Bayer recomienda su consumo con "especial cuidado". Pero la advertencia no aparece en las publicidades, sino en el prospecto y en letras diminutas.

En los últimos tiempos los usuarios del subterráneo han sido sometidos a un bombardeo publicitario del Anaflex, analgésico y aintiinflamatorio, que entre sus reacciones adversas menciona náuseas, mareos, erupciones en la piel, dolor de garganta, hinchazón en las manos y piernas, cambios significativos en la orina, en el gusto, la visión y la audición. Además puede provocar sensación de debilidad, zumbidos en el oído y ansiedad o depresión. Demasiadas advertencias ignoradas en un aviso publicitario de 30 segundos, aunque repetido durante jornadas completas, se convierte en horas de martilleo de una marca.

El Refrianex Antigripal es de venta libre, pero el Refrianex Compuesto es de venta bajo receta. Sin embargo, su consumo es desaconsejado entre personas con hipertiroidismo, enfermedades prostáticas, con insuficiencia renal, hepática, enfermedades cardíacas o hipertensión arterial, diabéticos y aquellos que consuman antidepresivos. Tampoco debe ser consumido por mujeres embarazadas o en período de lactancia. Y el abuso conduce al nerviosismo, insomnios o mareos.

En cuanto al dexibupronfeno en las contraindicaciones se menciona es prohibitivo para alérgicos e hipertensos y tampoco debe ser consumido por quienes han padecido úlcera de estómago o duodeno, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, o enfermedades de los riñones y de hígado, si se padece de edemas, a de enfermedades del corazón, o de aumento de presión arterial, además de interrumpir o alterar el ciclo de fertilidad en la mujer.

En el caso del Bronquisedan (bromhexina) que es recomendado en una publicidad a una mujer por un médico de ficción, mientras comparten la montaña rusa de un parque de diversiones, entre las contraindicaciones se menciona que "este medicamento puede causar daño al feto" y "usted debe consultar al médico, antes de usar este medicamento si está embarazada".

También advierte que "este medicamento pasa a la lecha materna" y que entre los efectos adversos "no habituales" según el laboratorio, figuran molestias gastrointestinales, urticaria, fatiga, nauseas, diarreas, vómitos, vértigos, agitación y dolor de cabeza. Además, hay una advertencia especial para quienes sufren de úlcera gastrointestinal.

Y hasta la popular Aspirineta, que para la mayoría de la gente es un medicamento inofensivo que se puede consumir libremente y es recomendado para decenas de síntomas, desde febriles a inflamaciones, puede producir alternaciones sanguíneas e irritación gástrica.

A partir de los productos mencionados, es incontrastable que son demasiadas las contraindicaciones para medicamentos de venta libre que se promocionan con liviandad y sin suficientes controles publicitarios, pues el receptor del mensaje desconoce "la letra chica" de los prospectos.

La Asociación de Agentes de Propaganda medica de la Republica ratifica que los medicamentos por sus características propias y los graves riesgos que conlleva a la salud su mal uso son responsabilidad exclusiva de los profesionales de salud esto es: informadores científicos (visitadores médicos), médicos y farmacéuticos, es gravísimo que hoy en Argentina se consuman 165.000.000 millones de fármacos inducidos por la publicidad por personajes mediáticos sin ninguna responsabilidad legal.

Revista IEPS

4to Informe de Investigación


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