10.04.14 | Noticias

Alto costo - Financiación

El financiamiento del sistema de salud en Argentina se devora una porción cada vez mayor de los ingresos de las obras sociales y de los aportes del Estado a través del PAMI y de los programas de atención sanitaria.

Los medicamentos como así las prótesis y otros insumos hospitalarios son SUBSIDIADOS POR EL ESTADO Y LAS OBRAS SOCIALES YA QUE LOS PACIENTES NO PUEDEN ADQUIRIRLOS INDIVIDUALMENTE POR SU ALTO VALOR.

En consecuencia, cuando un laboratorio o un proveedor de prótesis introduce un medicamento o prótesis de alto costo en el mercado argentino a un precio astronómico no está pensando en términos de "consumidor final" sino del financiamiento del PAMI o de las obras sociales provinciales o sindicales que tendrá que comprarlo a los valores que fije sin ninguna regulación, es de destacar que en muchos casos son insumos únicos, monopólicos, además de subsidiados Y sin que tampoco la ANMAT aun aporte estudios de costo/beneficio de ese nuevo medicamento.

En definitiva los precios se fijan en virtud de la capacidad de financiación del Estado a través del PAMI, hospitales públicos nacionales, hospitales provinciales y el Ministerio de acción social y de las obras sociales, que cada vez deben destinar más recursos de sus afiliados a estos medicamentos.

La premisa y estrategia de marketing de estos proveedores es fijar el máximo precio tolerable por el mercado, en ningún caso en su lógica esta determinarlo por costos y menos aun en función de la salud.

Es por eso que el Estado y las obras sociales, sindicales y provinciales, tienen un fenomenal poder de compra que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calculó en 20 mil millones de pesos (2.500 millones de dólares) .

Sin embargo, El Estado no utiliza ese poder de compra, salvo como amenaza contra los laboratorios para que rebajen circunstancialmente el precio de los medicamentos.

El costo de los medicamentos y también de las prótesis y de los insumos hospitalarios, parece que no conoce de límites. Límites que conducen a un inevitable quebranto del sistema de salud.

El Estado, el PAMI y las obras sociales sindicales son sometidos permanentemente al chantaje de los prestadores y de los laboratorios. Nadie regula el sistema, excepto algunos intentos aislados y forzados por situaciones extremas.

Muchos gobiernos someten a control los precios de los medicamentos para proteger a los consumidores frente a situaciones de monopolio y para que el gasto público sanitario no se dispare. Un reciente ejemplo es Colombia fijando precios máximos para medicamentos de alto costo.

La intervención por parte del Estado para regular los precios de los medicamentos y de los costos de las prestaciones médicas que imponen clínicas y sanatorios, es inexistente en Argentina.

Regular precios no es fácil para ningún gobierno. Pero confiar en el "mercado" es directamente suicida, especialmente para un gobierno que asume el financiamiento del PAMI que en diciembre pasado ya gastaba más de tres mil millones de pesos mensuales en medicamentos.

El mercado farmacéutico en Argentina osciló en 2013 en 6.000 millones de dólares, lo que representaría un 30 % del gasto sanitario total, uno de los porcentajes más altos del mundo.

Argentina gasta mucho en su sistema de salud. Pero gasta mal. Se podría optimizar el gasto y terminar con los abusos de un mercado monopólico si desde el Estado, el PAMI y las obras sociales se utilizara su poderoso poder de compras.

Esta experiencia, a nivel internacional, se realizó la década pasada cuando los países latinoamericanos se juntaron para negociar de conjunto con un puñado de laboratorios el precio de los medicamentos para sus programas contra el Sida, consiguiendo sensibles rebajas.

También, el intercambio de información entre el PAMI, las obras sociales sindicales y provinciales y los Ministerios de Salud (nacional/provincias/CABA) permitiría acceder a un número aproximado de pacientes que requieren de medicamentos de alto costo.

Ese padrón de enfermos puede constituirse desde un compromiso de trabajo mínimo, mediante el intercambio de información Ministerio de Salud, el PAMI y las obras sociales, con la finalidad de elaborar un listado de medicamentos basado en la evidencia costo/beneficio. Para eso también se requiere de la participación de entidades académicas.

Con el listado de medicamentos y la cantidad estimada de unidades que requiere la atención sanitaria a través de todos los programas oficiales y las obras sociales, se puede y se debe salir a negociar de conjunto con la industria.

Ese sería un mecanismo oficial para aplicar realmente el poder de compra de los 20 mil millones de pesos anuales. Para que no se quede en una amenaza para que los laboratorios retrotraigan los precios durante algunos meses.

Mientras tanto, por separado, seguiremos siendo víctimas de los abusos.

Desde el Instituto de Estudios de Políticas de Salud (IEPS.com.ar) ponemos a vuestra disposición información estadística sobre el precio de los medicamentos de alto costo en Argentina y en otros mercados latinoamericanos y europeos, como así un catálogo de estudios y propuestas que serán de utilidad.

JOSE CHARREAU
Secr.Acción Social AAPM
(La precedente presentación fue enviada a la Jornada sobre Enfermedades Catastróficas en el Sector Público, a pedido de los organizadores, el Instituto de Medicna para la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica

Revista IEPS

4to Informe de Investigación


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