19.06.17 | Noticias

Los famosos le hacen mucho daño a la salud

Más mediáticos publicitan fármacos sin resposabilidad = Menos fuentes de trabajo profesionales de salud: Médicos, farmacéuticos y visitadores médicos
ANMAT, Ministerio de Salud Ausentes

PRESENTADORES, LOCUTORES, ARTISTAS, VEDETTES: EL CIRCO MEDIATICO CONFUNDE A LA SOCIEDAD CON SUS PUBLICIDADES PSEUDOCIENTIFICAS

"Los famosos pueden ser un gran problema cuando se lanzan a opinar sobre cuestiones de salud. Lógicamente, no se trata de que no tengan derecho a equivocarse sino del increíble poder que ejercen sobre la población con sus mensajes", advirtió una editorial reciente de El País de España.

El comentario precedente es aplicable también en Argentina donde Marley, Mirtha Legrand, Beto Çasella, Pamela David y Santiago Del Moro, entre otros, promocionan medicamentos o suplementos energéticos y dietarios, desde el desayuno hasta la medianoche en los medios audiovisuales.

Y cuando no son ellos, son médicos y odontólogas que apuntan al mismo televidente, con sus mensajes promocionales de curas milagrosas a través de medicamentos de venta libre que son igual de dañinos cuando se cometen abusos. Y los famosos abonan esos abusos.

En la lista de "famosos" de España, El país enumeró al presentador Javier Cárdenas, "resucitando un peligrosísimo bulo sobre las vacunas y el autismo (un relación mil veces desmentida por la ciencia), la escritora Rosa Montero denunciando una campaña orquestada contra la homeopatía, la habitué de la revista Hola y ahora esposa del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, Isabel Preysler, y sus batidos verdes, los faciales con caca de pájaro de los Beckham, los tratamientos detox de la actriz inglesa Gwyneth Paltrow, y la presentadora española Mariló Montero "dudando de si el alma del muerto se trasplanta con sus órganos".

"Se han convertido en una de las fuerzas más perniciosas de nuestra sociedad, contribuyendo a malas decisiones para la salud, al malgasto de dinero en belleza y productos inútiles", criticó el editorial de El País, citando a Tim Allen Caulfield, canadiense especialista en medios publicitarios y salud.

Caulfield (nacido en 1963) es profesor de derecho en la Universidad de Alberta, director de investigación de su Instituto de Derecho de Salud, y de la Cátedra de Investigación en Derecho y Política de Salud, y es autor de dos libros.

"En algunos casos no llegamos ni a saber si el famoso realmente practica esa técnica, si es una fabulación de un tabloide que se extiende rápidamente por páginas del corazón o si se trata de una campaña comercial preparada para Instagram. En cualquier caso, la experiencia recomienda recelar siempre de estos consejos o alegaciones. Y son muchos los motivos que llevan a reclamar el mayor de los escepticismos", advirtió el editorial.

El País precisó que "la mayoría de los anuncios (80%) que muestran a una celebrity son de comestibles malsanos: futbolistas con lácteos azucarados, actrices con hamburguesas, cantantes con bebidas azucaradas... Si sale un famoso, casi seguro que no debería figurar habitualmente en su dieta", según ese estudio de la revista Pediatrics.

Según este estudio "la mayoría de los consejos no tenían validez científica", reveló la publicación.

En otros casos, "podemos estar cayendo sin más en un engaño que llena de dólares la cuenta del famoso", como sucede en el caso de Gwyneth Paltrow.

La actriz de Hollywood, consciente de la influencia que tienen los reclamos de salud de los famosos, decidió montar un negocio millonario para aprovecharlo. El boletín de su portal de productos pseudoterapéuticos, Goop, cuenta con casi un millón de seguidores, y su negocio ha conseguido recaudar millones de dólares.

Paltrow lo mismo vende inservibles huevos de jade para la vagina, que según cuenta mejoran la fertilidad, como carísimos tratamientos detox que no solo no sirven sino que ignoran por completo el conocimiento más básico de cómo funciona el cuerpo humano, como aseguran todos los expertos.

Casi todo lo que recomienda Paltrow es falso o malo para la salud, pero la actriz en cambio fuma y toma el sol sin protección, lo que motivó que Tim Caulfield, experto en salud pública y fenómenos mediáticos, le dedicara un libro titulado ¿Está Gwyneth Paltrow equivocada en todo?.

"Se han convertido en una de las fuerzas más perniciosas de nuestra sociedad, contribuyendo a malas decisiones para la salud, al malgasto de dinero en belleza y productos inútiles, a una menor comprensión sobre cómo funciona la ciencia y al aumento de la insatisfacción con nuestra propia apariencia y, quizá, con nuestras propias vidas", escribió Caulfield sobre la influencia de las celebrities.

Hay famosos que dicen cuidar su piel con sanguijuelas, como Demi Moore, pero son más conflictivos los consejos que afectan a situaciones más cercanas al gran público.

Como por ejemplo las vacunas. Famosos como Jim Carrey, y más recientemente Robert de Niro o el citado español Cárdenas, han propagado el rumor infundado sobre su relación con los trastornos del espectro autista.

¿Cuánto daño puede hacer que incluso el presidente de EE UU, Donald Trump, haya coqueteado con los antivacunas, en un país que sufre la resurrección de enfermedades por culpa de esta corriente? En estos momentos, el sarampión está resurgiendo con fuerza en distintos puntos de Estados Unidos y Europa, países ricos que tenían bajo control este tipo de enfermedades.

"Cada vez que se quiere introducir una dieta en el mercado, el star system funciona como pista de despegue. Dietas que no funcionan, generando frustración y malos hábitos alimenticios, como muestran muchos estudios que cita Caulfield.

"Pocas cosas más inútiles que seguir las recomendaciones de belleza de actrices, actores o modelos que se dedican profesionalmente a estar irresistibles, por no hablar de que su atractivo es innato: "Tener a las personas que han ganado la lotería genética estableciendo los estándares universales de belleza es como usar a los pívots de la NBA para motivar a la gente para que sea más alta", argumentó el experto.

Un estudio publicado en la revista British Medical Journal intentó de desentrañar los mecanismos de todo tipo —sociológicos, psicológicos, económicos, mercadotécnicos— que hacen tan vulnerables a los consumidores de los medios ante los personajes populares.

Uno de los más importantes es el llamado "efecto halo", cuando generalizamos un rasgo positivo (como la fama o el éxito en el cine) al resto de las cualidades del personaje.

Pero, lógicamente, "ser guapo y millonario no implica que seas experto en epidemias".

"También se activan las disonancias cognitivas: si me cae bien Cárdenas y me divierte su programa, me cuesta creer que sea un desinformado que difunde sandeces, y presupongo que algo de razón tendrá".

Y en la cabeza de la celebrity seguramente está funcionando el efecto Dunning-Kruger: cuando menos sabemos de un tema específico más creemos controlar de la materia", añadió el editorial.

Los famosos también pueden ser de gran ayuda, si quisieran, porque podrían usar su gran capacidad para atraer la atención de los medios y la gente.

Por ejemplo, el actor estadounidense Charlie Sheen popularizó los riesgos asociados al sida al reconocer que era portador del VIH.

Algo parecido sucedió en España con el ex presidente de Catalunya, Pasqual Maragall y el alzhéimer, enfermedad que admitió en público e intentó sensibilizar a sus coterráneos sobre sus consecuencias. O sea utilizó su enfermedad para que los catalanes entendieran a quienes la sufrían y no para vender tratamientos.

Y en medicina se habla con naturalidad del efecto Angelina Jolie, por cómo consiguió dar a conocer las posibilidades del análisis genético para prevenir el cáncer de mama. Aunque, eso sí, provocó que el interés por estas pruebas se desmesurara.

Por eso, estos personajes pueden servir para abrir debates, pero que siempre deben ser reconducidos y enmarcados por auténticos expertos. Y si los famosos meten la pata, que lo harán, deberemos acudir corriendo a informar con periodismo científico enrabietado, afirmó El País.

Cada vez es mayor la publicidad engañosa realizada por medios de difusion , cada vez es mayor la rentabilidad de los laboratorios ( escrito aun por INDEC) CADA DIA HAY MAS DINERO DE LA SALUD PARA VENDER FARMACOS DE IGUAL FORMA QUE SI FUERAN PRODUCTOS DE CONSUMO MASIVO) Todo esto esta denunciado y documentado , ningun profesional de salud lo aprueba , que hace el gobierno nacional ? cuida la salud de los argentinos o favorece las estrategias comerciales? EN LOS ULTIMOS 10 AÑOS AUMENTARON LOS PRODUCTOS DE VENTA LIBRE DE UN 10% A UN 30% .

APM - Asociacion de Agentes de Propaganda Médica

Jose Charreau
Sec. de Accion Social
www.ieps.com.ar
[email protected]

Revista IEPS

4to Informe de Investigación


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